jueves, 30 de agosto de 2007

DESCANSA

Descansa, herido ser, que ya vendrá
la sobreviviente primavera
y el corazón será rodeado de hiedras nuevamente.
Por un instante, no importarán los pesares
que la ciudad apacienta, ni el negror de fondo
de esta hora.
No te han partido el potente corazón
oir los golpes
en la cerviz del bosque hermano. Ver
el signo quieto de los cisnes muertos
como pisadas azucenas.
Los llantos que aparecen.
La imagen del niño atroz.
Vendrán los vuelos al rayar del día, amados
por el fruto incandescente de este orbe. Todo
dolerá menos entre los piares insistentes, bellos
como los arco iris dtenidos.
La sangre verde alzará de nuevo el vuelo
en las venas del valle.
El árbol pobre de la solera sonreirá a su modo, y,
juntos, nos alegraremos, amasados
por la brisa divina, la misma
que a nuestras resurrectas cabelleras mecerá un día.
11 de Agosto del 2005
20 de Junio del 2006 7:49
30 de Agosto del 2007 7:28 a.m.


1 comentario:

Unknown dijo...

DESCANSO.
DESCANSO EN DIOS.
DESCANSO EN TI.
EDGAR.