CONCEPTO SACRALIZADO DE LA SEXUALIDAD

Hemos llamado a los verdaderos adoradores de Dios poéticos porque se hacen bellos ellos mismos y sus acciones y poetas a los que expresan esta adoración ya que la Creación entera es un Objeto Poético. Dentro de este concierto, la sexualidad es un fenómeno poético, es decir, bello, parte de la creación que es poética, bella. Podemos distinguir un objeto bello de uno feo porque a los primeros se les puede tomar como modelos del arte, ya sea para hacer con él un poema con poesía, ya sea dibujándolo al carboncillo, con sepia, o pintándolo. También el escultor escoge lo bello para plasmarlo en la piedra o el mármol. Lo feo, repele, enferma, produce gastritis y no puede ser objeto de arte alguno, tema de creación artística. Por lo expuesto, la pornografía entra en el ámbito de lo feo, porque repele y sería muy poco atinado hacer un poema describiendo los gestos bovinos - es solo una figura ya que lo digo con respeto a esos buenos animales -, la repetición mecánica de los movimientos copulatorios que indica que son hechos por personas mal entrenadas en esa simulación; exageradas respuestas de dos que ni se conocen, actuación de pésimo gusto y para demostrarlo mejor porque produce la repugnancia de lo feo, como si estuviéramos contemplando una tumba habitada abierta. No así la sexualidad vivida dionisíacamente y sacralizada que une y reúne en el intimismo amoroso a los que la realizan y donde cabe una oración de alabanza. Se puede describir en un poema con poesía y se puede dibujar, pintar o esculpir. Como la monogamia no es de mi aprobación porque produce un amor enfermizo y ansioso, debemos decir que la sexualidad sana es la que se lleva a cabo con amor de enamoramiento con varias personas sin importar la heterosexualidad, pero que admite la heterosexualidad por cierto, ya que estamos hablando de un ejercicio sexual sin fines procreativos.Esto puede ser tema de controversia y lo acepto. Lo que afirmo es producto de profundas reflexiones con el fin de disminuir hasta erradicar el sufrimiento que la sexualidad ha producido por milenios dentro y fuera de la monogamia; mal hecha, mal vivida, sin la poetización que requiere todo lo que hacemos, lejos de la belleza dionisíaca que la debe adornar...